domingo, 19 de diciembre de 2010

& no arrepentirse de nada..


Hasta hace un tiempo quería poder retroceder el tiempo; no sé por qué, pero tenía esa fijación; no dormía pensando en lo que hice, lo que dije, lo que pensé y cómo podía hacer para enmendar todo.
Tomé una hoja en blanco y empecé a escribir algunas anécdotas no gratas en mi vida y aquellas que sí fueron especiales; anoté las personas que conocí en el colegio, en la calle, en todos los lugares, y era impresionante como mi mente iba experimentando imágenes vividas en esos momentos.Aprovechando la excitación de mi cerebro en ese entonces, me fijé a los 5 minutos de empezar a escribir en la hoja que ya estaba llegando al final; tomé otra e inmediatamente seguía escribiendo como una demente. Recordaba cumpleaños, canciones, caras, paisajes, tristezas, alegrías. Y en algunos momentos, reposaba la mano y me quedaba viendo a lo lejos sonriendo. Entonces me di cuenta que, aunque habían cosas que quería eliminar de mis recuerdos; todo lo demás (que no se comparaba con todo lo malo) era lo más bello y maravilloso que me había pasado, y lo mejor de todo era que tenía la dicha de poder recordarlo. Fue como desempolvar una caja en un cuarto vacío: entras con miedo de encontrar algo inesperado, y terminas encontrando trozos de felicidad que tenías olvidado.
Terminé 2 horas después, y con muchas hojas llenas de lo que podía recordar de mi vida. Y, justo en ese momento no quise cambiar nada de nada. Ni las risas en el parque con mis amigos de infancia, ni los viajes a la playa, ni los cumpleaños con mis abuelos en aquel entonces vivos, ni los regaños de mi madre por no querer hacer las tareas, ni aquel chico que conocí en el verano y más nunca supe de su vida, ni de la primera vez que me rompieron el corazón y mucho menos de las veces que lloré. ¿Por qué? Porque la vida es como un árbol de frutas: tiene hojas, ramas, flores, semillas, frutos, y todo forma parte de él; así se caigan y otros permanezcan en la copa lo siguen viendo como un árbol, lo mismo pasa con los frutos; podridos o no siguen siendo parte de él.
Si me hubieran dado un poder de cambiar algo en mi vida en aquel tiempo, no dudaría en hacerlo. Pero en estos momentos de mi vida, ni lo más mínimo quiero perderlo de mis recuerdos.
Así que buenos o malos recuerdos, siguen siendo míos, parte de mi vida, de lo que he sido, soy y espero ser.
.... ser feliiz? eso se intenta :)

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aventura! :)